Alfabetización, brecha digital, ciudadanía crítica y fake news
En la entrada de hoy, hablaremos sobre la competencia digital, su importancia en la sociedad y los problemas que puede causar entre aquellas personas que no están digitalmente alfabetizadas o en aquellas que carecen de los medios necesarios. Por lo tanto, nos centraremos en el término “brecha digital” y, por ende, en maneras de formar a los docentes y estudiantes en lo relativo a la competencia digital.
Para empezar, la competencia digital se define como "la habilidad de utilizar las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) para encontrar, evaluar, crear y comunicar información, requiriendo tanto habilidades cognitivas como prácticas" (Ainley et al., 2019, p. 28).
En este sentido, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la competencia digital se compone de cinco áreas principales: información y alfabetización digital, comunicación y colaboración, creación de contenido digital, seguridad y resolución de problemas (OCDE, 2023).
De este modo, la importancia de la competencia digital se ha vuelto cada vez más evidente en la sociedad actual, donde la tecnología ha cambiado la forma en que las personas interactúan, trabajan, aprenden y se comunican. Así, de acuerdo con la UNESCO (2019), la competencia digital es "una habilidad fundamental para la vida en el siglo XXI" (p. 5) y es esencial para el desarrollo económico y social. Dicho lo cual, la competencia digital no solo es importante para las personas en su vida personal, sino también en su carrera profesional.
Además, la competencia digital es un elemento clave en la educación. En este sentido, un informe de la Comisión Europea señala que la educación en competencia digital es esencial para que los estudiantes puedan aprender, desarrollar habilidades y competencias relevantes para el mundo digital, así como para prepararse para el mercado laboral (Comisión Europea, 2013).
De este modo, las habilidades tecnológicas son esenciales para combatir la brecha digital, proporcionando igualdad de oportunidades para toda la población, desde los más jóvenes a los más adultos. No obstante, la sociedad digital ha traído consigo desigualdades digitales que constituyen un nuevo problema social, como la falta de conocimientos y habilidades para su uso, la escasez de recursos y conexiones, la brecha generacional, etc. (Calderón, 2019).´
En esta línea, las personas mayores son, en general, quienes tienen más dificultades de acceso y habilidades tecnológicas, debido a que han tenido que adaptarse a la nueva situación social; en cambio, los más jóvenes han nacido con ellas, lo que supone un esfuerzo menor. Por esta razón, es imprescindible fomentar programas de inclusión digital para todas las edades (Romero, 2020).
Así pues, los más jóvenes comenzarán esta inclusión en el sistema educativo, ya que es un aspecto cada vez más importante y presente en la educación, siendo este abordado desde diversas iniciativas y programas para garantizar que todos los estudiantes tengan acceso a los recursos y habilidades digitales necesarias para desenvolverse en la sociedad del siglo XXI (Granado, 2019).
Por otro lado, creemos que las tecnologías han llegado a las aulas para quedarse, por lo que, ante esta realidad, no solo es importante sino también necesario que los docentes posean competencia digital. Esto se debe a que en la sociedad actual se exige a los ciudadanos un nivel de competencia digital que no se limite únicamente al uso recreativo de dispositivos electrónicos, por lo que desde los centros educativos se debe enseñar a los alumnos a sacar el máximo provecho de ellos de manera responsable y segura (Jiménez-Hernández, Muñoz y Sánchez, 2021). Para ello, los docentes tienen el deber de formarse adecuadamente en el uso de las TIC, para poder ofrecer así una enseñanza de calidad, pues durante la pandemia de COVID-19 se percibieron ciertas limitaciones en su uso debido a la falta de formación docente en competencia digital.
Así pues, en España, un estudio reciente de Romero-Rodríguez y Sánchez-García (2022) encontró que la mayoría de los docentes de Educación Primaria y Secundaria tenían una competencia digital media o baja. Asimismo, el estudio también destacó que la falta de formación y de recursos tecnológicos eran las principales barreras para el desarrollo de la competencia digital docente.
En esta línea, creemos necesario que los programas de formación del profesorado incluyan formación en competencia digital, ya que los docentes necesitan adquirir habilidades en el uso de las TIC para la enseñanza, incluyendo la capacidad de diseñar y gestionar recursos digitales, evaluar y retroalimentar a los estudiantes utilizando herramientas digitales, y colaborar en línea con otros docentes y estudiantes.
Sin embargo, se argumenta que la actitud es la base fundamental sobre la que se construyen las habilidades y conocimientos en competencia digital docente (Cabero-Almenara, 2020). Y es que, la actitud positiva y abierta hacia el aprendizaje es crucial para que los docentes estén dispuestos a adquirir nuevas habilidades digitales y a integrarlas en su práctica educativa. Sin esta actitud, la formación en competencia digital puede ser menos efectiva e incluso inútil.
Por lo tanto, se sugiere que la formación en competencia digital docente debe ir acompañada de un enfoque centrado en la actitud, enfatizando la importancia de la motivación, la confianza en uno mismo y la disposición a experimentar y aprender (Ferrés y Piscitelli, 2012).
Sin embargo, si nos centramos en la competencia digital de los estudiantes, existen muchas aplicaciones y herramientas que pueden ayudar a desarrollarla. A continuación, se presentan algunas de ellas:
Kahoot!: plataforma de aprendizaje basada en juegos que permite crear cuestionarios, encuestas y juegos interactivos para los estudiantes (Kahoot!, 2023).
Scratch: aplicación para crear proyectos interactivos, animaciones y juegos, utilizando bloques de programación visual (Scratch, 2023).
Google Suite: conjunto de aplicaciones en línea, como Google Docs, Google Sheets y Google Slides, que permiten crear y colaborar en documentos, hojas de cálculo y presentaciones (Google, 2023).
Edmodo: plataforma de aprendizaje en línea que permite a los estudiantes y docentes conectarse, compartir contenidos y colaborar en proyectos (Edmodo, 2023).
Canva: herramienta en línea para crear diseños gráficos y visuales, como carteles, infografías y presentaciones (Canva, 2023).
Duolingo: aplicación de aprendizaje de idiomas que utiliza juegos y actividades interactivas para ayudar a los estudiantes a aprender idiomas de manera efectiva (Duolingo, 2023).
Estas aplicaciones y herramientas son solo algunas de las muchas disponibles para desarrollar la competencia digital de los estudiantes. Así, los docentes pueden utilizarlas de manera efectiva para mejorar el aprendizaje y el desarrollo de las competencias digitales de los alumnos.
Finalmente, podemos definir la ciudadanía digital como un conjunto de derechos y obligaciones relativos a las relaciones entre ciudadanos, empresas y Estado a través de las TIC. En nuestra sociedad actual, es muy importante desarrollar una fuerte conciencia sobre el impacto que tienen nuestras acciones en línea. Por ello, podemos definir un ciudadano digital como “aquel individuo, ciudadano o no de otra comunidad o Estado, que ejerce la totalidad o parte de sus derechos políticos o sociales a través de internet, de forma independiente o por medio de su pertenencia a una comunidad virtual” (Robles, 2009, p. 55).
De hecho, ¿somos conscientes de cuántas veces utilizamos Internet para realizar algunas de las siguientes acciones?
Mantenernos informados de lo que ocurre en el mundo.
Comentar las actuaciones del gobierno.
Realizar los trámites burocráticos con mayor facilidad.
Compartir nuestras ideas políticas.
Todo ello nos permite ser activos en el ejercicio de nuestra ciudadanía, pero esto plantea dos cuestiones:
¿Qué ocurre con quienes no tienen recursos para acceder a la red? Pensemos en las personas mayores, en los desfavorecidos económica y socialmente, y luego pensemos en quienes viven en un país con un régimen político absolutista que prohíbe el libre uso de la red.
¿Cómo podemos educar a las personas para que utilicen las TIC de forma responsable y consciente a fin de ejercer nuestra ciudadanía digital de manera crítica? Todos los jóvenes nativos digitales son capaces de utilizar la red para llevar a cabo las acciones descritas anteriormente, pero ¿son realmente conscientes de ello? ¿Saben dónde buscar la información? ¿Saben detectar las fake news? ¿Saben utilizar la red de forma participativa y democrática?
En este sentido, es necesario formar a los jóvenes para crear una sociedad civil que luche por la justicia social y el desarrollo humano (Contreras y Gozálvez, 2014) y no se debe circunscribir la educación para la ciudadanía digital (ECD) a un subapartado de la alfabetización digital (Fernández-Prados y Lozano-Díaz, 2019).
Referencias:
Ainley, J. et al. (2019). Preparing for life in a digital world: IEA International Computer and Information Literacy Study 2018 International Report. Amsterdam: Editorial IEA.
Cabero-Almenara, J. (2020). Competencias digitales del profesorado: formación y actitudes. Education in the Knowledge Society (EKS), (21), 1-16.
Calderón, D. (2019). Una aproximación a la evolución de la brecha digital entre la población joven en España (2006-2015).Revista Española de Sociología (RES),28 (1),27-44.
Canva. (22 de abril de 2023). Diseña cualquier cosa en minutos. Recuperado de https://www.canva.com/es_es/
Comisión Europea. (2013). Opening up education: Innovative teaching and learning for all through new technologies and open educational resources. Recuperado de https://ec.europa.eu/education/sites/education/files/open-education-communication_en.pdf
Contreras-Pulido, P. y Gozálvez, V. (2014). Empoderar a la ciudadanía mediática con educomunicación. Comunicar, 21(42), 129- 136.
Duolingo. (22 de abril de 2023). Aprende un idioma gratis. Recuperado de https://www.duolingo.com/
Edmodo. (22 de abril de 2023). Conecta a tus estudiantes con el aprendizaje. Recuperado de https://www.edmodo.com/
Fernández-Prados, J. y Lozano-Díaz, A. (2019). Hacia una educación para la ciudadanía digital crítica y activa en la universidad. Revista Latinoamericana de Tecnología Educativa, 18(1), 175-187.
Ferrés, J. y Piscitelli, A. (2012). La competencia mediática: propuesta articulada de dimensiones e indicadores. Comunicar, (38), 75-82. https://doi.org/10.3916/C38-2012-02-08
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Granado, M. (2019). Educación y exclusión digital: los falsos nativos digitales. Revista de Estudios Socioeducativos, (7), 27-41.
Jiménez-Hernández, D., Muñoz, P. y Sánchez, F. S. (2021). La Competencia Digital Docente, una revisión sistemática de los modelos más utilizados. Revista Interuniversitaria de Investigación en Tecnología Educativa, (10), 105-120.
Kahoot!. (22 de abril de 2023). La plataforma de aprendizaje basada en juegos líder del mundo. Recuperado de https://kahoot.com/home/
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Robles, J. M. (2009). Ciudadanía digital: Una introducción a un nuevo concepto de ciudadano. Barcelona: Editorial UOC.
Romero, A. M. (2020). La brecha digital generacional. Temas laborales: Revista andaluza de trabajo y bienestar social, (151), 77-93.
Romero-Rodríguez, L. M. y Sánchez-García, M. (2022). La competencia digital docente en Educación Primaria y Secundaria en España. Edmetic: Revista de Educación Mediática y TIC, 11(1), 55-70.
Scratch. (22 de abril de 2023). Crea historias, juegos y animaciones. Recuperado de https://scratch.mit.edu/
UNESCO. (2019). Marco de competencia de TIC para docentes. Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000214883
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